Una de las imágenes de la jornada del sábado fue la ocupación del Hotel Madrid y de un bloque de apartamentos en Barcelona por parte de los indignados. Esta ocupación no tiene aires de protesta ni de apropiación de lo ajeno. En futuras asambleas se debatirá el futuro de ambas (aunque los propietarios quieren sacarlos "por las buenas"), entre las que destacan el uso por parte de los indignados como sede, como hogar para expatriados cubanos, como alojamiento para desahuciados, etc...En los inmuebles conviven unas 40 personas entre las que destacan un bebé y una anciana. Vivienda la cual ha sido denominada como "la casa del pueblo".
Sin lugar a dudas se trata de una "okupación" en toda regla. Pero la policía ha decidido no desalojarlos por el momento. En los próximos días empezarán las negociaciones con la inmobiliaria y los propietarios. Pero más allá de si es lícito o no la ocupación de los mismos hay que valorar el significado, la esencia del mismo. Lo más llamativo es la implicación de los vecinos y como los indignados están trabajando para hacer los inmuebles habitables para personas que realmente lo necesitan.
Por supuesto desde el otro lado del sistema ven una falta y no una vergüenza. Vergüenza porque es la población sin medios la que está proponiendo soluciones para aquellos que sustentan las carteras de los políticos. Vergüenza porque la población está haciendo lo que ellos deberían estar haciendo, y encima pagando sus sueldos.
Me gustaría saber si a un solo político se le ha ocurrido usar los fondos públicos (los que ellos mismos han vaciado) para dar cobijo a los necesitados, a aquellos a los que la crisis que han provocado los han dejado en la calle. Me gustaría saber si los fondos invertidos en infraestructuras inservibles como la Expo de Zaragoza o el aeropuerto de Ciudad Real (y son sólo dos ejemplos) han servido para ayudar a aquellos que han contribuido a pagar sus coches oficiales y que ahora duermen en un parque. Saber si ha servido para evitar un desahucio y no para engrosar la cartera de algún conocido.
Estas constantes muestras de solidaridad demuestran que la solución empieza por la voluntad de un colectivo, y también ha demostrado que la voluntad no está en el colectivo que tiene el poder. Mientras tanto más de tres millones de casas en España seguirán vacías cuando en sólo dos meses 16,000 familias se han ido a la calle. Lo cual significa que 16,000 casas han caído a manos de los bancos. Tal vez no habría que cambiar el sistema político, sino a quienes forman parte de él. Yo firmaría porque cada uno de los políticos de España tuviera la iniciativa de estos "okupas". Además, como no suelen usar traje, no podrían hacer "favores".
El Jaleo Real
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