Nos ha tocado vivir en una época en el que el acceso a la información es más fácil que nunca. Tenemos a nuestra disposición miles de opciones para informarnos: Internet, revistas, prensa escrita y blogs conforman una red casi inagotable de noticias. Esto facilita el contraste del mensaje para evitar ser influenciados y manipulados, pero presenta otros inconvenientes. Entre ellos está la imperiosa necesidad de los medios por vendernos información, y hacer de un hecho un hecho sin precedentes. Tienen la necesidad de darnos datos de un hecho en concreto hasta la saciedad, hasta convertirnos en graduados con honores en la materia en cuestión.
Hace unas semanas poca gente podía situar incluso a Libia en el mapa y ni sabía que Gadafi era el líder de dicho país además de socio del amigo Silvio Berlusconi. Pero desde la revuelta y el despliegue mediático del tema todos estábamos ávidos de saber más sobre el asunto, y por supuesto reclamábamos información sobre el tema que era actualidad, lo cual hizo olvidar la famosa y célebre restricción en el límite de velocidad. Durante 5 días, más concretamente desde el 7 de Marzo al 11 de Marzo, la mayoría de las portadas de tirada nacional se centraban en el tema (también es verdad que el asunto lo merece). Esto hizo que en cuestión de pocos días nos pusiéramos al día en cuestión de materia libia, tratados políticos con Europa, zonas de exclusión aérea, tratados de la ONU, etc.
Tsunami de Japón 11 de Marzo 2011
Pero el problema reside cuando dos acontecimientos de gran envergadura se dan al mismo tiempo. El desastre ocurrido en Japón prácticamente enterró el asunto de Libia y el accidente nuclear enterró a las víctimas del terremoto.De repente todos estábamos deseosos de engullir los diarios con información sobre el terremoto y tsunami con cifras sobre fallecidos, magnitudes del terremoto, altura de las olas y réplicas. Y dicho y hecho: Los diarios nos inundan con información sobre el tema hasta tal punto que Libia desaparece de las portadas y más de uno habrá llegado a pensar en estudiar sismología. Libia estuvo fuera de las portadas desde el 12 de Marzo hasta el 17 de Marzo, lo cual tiene más trascendencia de lo que parece ya que no se trata simplemente de unas portadas. Se trata del interés de la población y la larga de la presión internacional, ya que pasamos de estar deseosos de ver la caída del régimen de Gadafi a querer ayudar a Japón en todo lo posible. Y no es casualidad que durante esa semana en la que el tema libio permaneció "invisible" fue cuando las tropas del régimen ganaron muchísimo terreno a los rebeldes por tanto no me extrañaría que los que más lamentaron la tragedia en tierras niponas aparte de los japoneses fueron los propios libios. Una vez apartado el tema nuclear de las portadas (me imagino que porque llevaba varios días sin suceder nada épico o trágico) nos damos cuenta de que Gadafi no sólo sigue ahí, sino que tiene muy a su favor aplastar a los rebeldes pero para su desgracia ha vuelto a las portadas y la presión internacional, la cual parece que no existe cuando no hay nadie para observar sus logros, vuelve a aparecer en escena.
Zapatero le cuenta a Sarkozy como va a salir de la crisis
Ahora Japón queda enterrado en las páginas interiores de los diarios y Libia vuelve a las conversaciones de bar con los compañeros de trabajo y a las portadas hasta que otro suceso lo entierre en las hemerotecas. Como buenos devoradores de titulares y portadas es lo que toca y es lo que nos interesa. ¿Queda alguien que hable de la restricción de velocidad?.ç
Realizado por: El Jaleo Real
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