"La consecuencia de no pertenecer a ningún partido será que los molestaré a todos." - Lord Byron (1788-1824)

lunes, 4 de abril de 2011

El botín del banquero (II de III)


          Esta gente, de entrada, tiene información privilegiada por lo que saben en qué y en dónde especular con el dinero ajeno. Ya parten con ventaja, son tahúres con cartas marcadas. De hecho, les encanta estar cerca de la Política, aunque su preocupación no es el interés general sino influir en la toma de decisiones políticas para, a ser posible, llevar el agua a su molino. Pero no nos podemos dejar engañar. Su intención no es hacer política, sino poner la Política al servicio de sus intereses. ¡Vaya si lo han conseguido¡; además, sin coste y haciendo que sus beneficios hayan alcanzado unos máximos históricos. Lo absolutamente increíble es que entre todos hemos hecho que la  banca sea una pieza fundamental del sistema y de nuestra felicidad personal; una felicidad dirigida mediante una necesidad artificial que han elevado a categoría de nueva ética social: el materialismo consumista. Han hecho que vendamos nuestra alma al consumo, al que nos entregamos de forma incauta, y muchas veces obscena, cada vez que firmamos un innecesario préstamo personal o hipotecario. Con la complicidad, eso sí, del Gobierno por activa y por pasiva, al no poner límite alguno a su voracidad,  entregándoles al ciudadano para que de él hagan un esclavo de estos nuevos tiempos pero que como los antiguos no son nada pero son indispensables para que la explotación funcione.


 Vendiendo el alma para poder seguir comprando